GPS, ¿la solución?


Siempre he creido que cuando en Cuba se hacen las leyes o se toman algunas medidas, ya en Cabaiguán las están aplicando, no sé por qué, pero siempre hemos sido de los primeros en padecer las medidas del gobierno.

Ahora para un mayor control del trasporte están instalando GPS en los camiones para controlar su posición, etc.

Aquí dejo el enlace de la noticia:

http://www.escambray.cu/Esp/ss/Sgps0807151000.htm

Mejoras en el servicio eléctrico

Por lo visto, según el períodico Escambray, se prevee la inversión en una planta de fuel oil en Cabaiguán, que generará 27 megawatt (Mw). Ahora mismo se avanza en la obra civil de la instalación a fin de facilitar a principios del próximo año el montaje del equipamiento tecnológico.

Pues menos mal...

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Estudian a más de 80 mil personas de Sancti Spíritus.

Más de 80 mil personas, nacidas hasta febrero de 1948, serán estudiadas en la provincia cubana de Sancti Spíritus por cerca de 400 trabajadores sociales para determinar sus necesidades biopsicosociales, materiales y económicas.

Reportes del Frente de Atención al Adulto Mayor del Programa de Trabajadores Sociales dan cuenta que hasta el momento se han visitado alrededor de seis mil ancianos en todo el territorio y entre las principales deficiencias detectadas destaca la situación material.

El periódico Escambray informa que en el estudio integral al adulto mayor, tarea sin precedentes en Cuba, intervienen instituciones vinculadas a los ancianos, lo cual propiciará encauzar acciones para enfrentar el envejecimiento poblacional desde un enfoque interdisciplinario.

Sancti Spíritus figura entre las tres provincias más longevas del país y durante 38 años sus indicadores naturales de población han descendido considerablemente.

Entre los municipios espirituanos en los cuales se registra el mayor número de ancianos se encuentran Fomento, Yaguajay y Cabaiguán, donde más del 20 porciento de sus habitantes rebasan los 60 años de edad.

Cambio climático. Una hipótesis guajira...

“Hay que estar ciego para no verlo, aquí chocamos todos los días con el cambio ese: antiguamente entrábamos al campo a las dos de la tarde y ya no se puede porque no hay quien resista; el frijol lo sembrábamos en enero y ahora si no los siembras en noviembre o diciembre no progresa, se pone necrótico, igual que el tabaco, el sol lo mata. A la guayaba se le cae el fruto cuando va a cuajar, no sé si por las temperaturas o porque casi no llueve. El ganado también se afecta, cuando la sequía está encendía, las garrapatas se comen los animales”, comenta con el aval de toda una vida haciendo parir a la tierra Antonio García, campesino de Cabaiguán.

Los argumentos sobran a una docena de campesinos encuestados por Escambray, muchos de los cuales recuerdan cómo antes se producía casi silvestre, con los terrenos apenas preparados; mientras que ahora las mismas calabazas, el pepino y los boniatos se han convertido casi en cultivos exóticos: “Las temperaturas, las plagas, no sabemos, pero el tiempo está loco”.

Lo cierto es que el clima camina por los extremos, sequías o lluvias intensas y calor, esa canícula que estresa y oprime. Cauces resecos, riachuelos que se esfuman. El regadío se torna indispensable. Los ganados repelan los potreros y demandan cada vez más agua en pipa porque las vaguadas se evaporaron. Corrimiento de las estaciones. Abortos de los frutos. Cambio climático o rebelión de la naturaleza.